Sobre el libro

Agradecimientos es una obra de ficción en la cual el autor de una supuesta novela hace mención a las personas que le han ayudado a la hora de escribirla.

Las anotaciones a pie de página dan rumbo a una trama de tipo policial, político y literario en tres épocas diferentes de la vida del autor. Aquellos que le conocen bien tienen serias dificultades para saber quién es, y, en clave de epístolas, los aludidos traducen la sensación que cada uno tiene de otra persona o de sí mismos.

El resultado final es la dificultad para aprehender la realidad que se nos presenta, casi siempre, de forma desordenada, a veces caótica, y que tanto nos esforzamos en ordenar en nuestras mentes.

Lectura

Lectura: Agradecimientos de Santiago González Carriedo

Sobre el autor

Vivió en León, Asturias, Ginebra y París, lugares donde estudió y realizó los más diversos trabajos (limpiador, albañil, portero, vendedor y, en general, todo lo que le permitió subsistir). De sus estancias en el extranjero consiguió un perfecto francés y un nada desdeñable italiano, dialectos incluidos, así como el portugués y el alemán. Como docente, pasó por la Universidad de Oviedo, incorporándose más tarde al Cuerpo de Catedráticos de Bachillerato, que abandonó para dedicarse a la que sería su más larga carrera profesional, la de Catedrático de Francés en la Escuela Oficial de Idiomas de Valencia, ciudad donde reside actualmente. Se inicia en la cultura francesa de los EEUU; da varias conferencias y funda un grupo musical, "Cajun Alligators of the River Turia" del que es el vocalista. Es entonces cuando se decide a romper su timidez expresiva y empieza a escribir; cuatro son ya sus novelas, con estructuras diversas que intentan aportar algo a la narrativa española del siglo XXI. Santiago tiene muchas traducciones escritas y ha colaborado en cerca de cien congresos como intérprete de español-francés- catalán-italiano. En la actualidad, Santiago vive con Carmen, su mujer, y tienen tres hijos: Diego, Casilda y Emma, sin olvidar a su fiel felino Pluma.

Fuente: Santiago González Carriedo