José María López García


SOBRE EL AUTOR

A los veinte años había comprendido que no era un «arreglamundos» sino un «trotamundos». Con esa edad, liberado ya del yugo del internado de Jesuitas, donde hubo de permanecer siete años interminables, salió a la calle como un tigre liberado de sus barrotes. Más tarde, los escasos ingresos que adquiría gracias a sus conocimientos de distintos idiomas, los invirtió en comprar libros y recorrer Europa y California. Así fue ensanchando la experiencia, desarrollando sus facultades intuitivas y los métodos de observación, incapaz siempre de separar la literatura de la vida y de la música.


Fuente: José María López García


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