Este libro está hecho de palabras que alumbran, de melodías que rellenan cualquier (vagón del) silencio, de poemas que conmueven y que mueven. No es casualidad, insistiendo en esta poética de la conmoción y el movimiento, que algunos de los poemas contengan un para que indica la finalidad de los mismos. Si estos poemas son claves para subir al Everest o para dar las buenas noches, "Agrio" se presenta como un poemario para que algo se agite en nuestro interior.