La China es el apodo por el que todos conocen a Ana, una periodista que tras haber sido corresponsal en el lejano oriente, vive un bache profesional y personal, refugiada en la sección de sucesos de su periódico.
A los problemas derivados de la traumática situación por la que fue relegada de su puesto, vienen a sumárse los propios de su trabajo que la conducen a involucrarse en casos que no la permiten mirar hacia otro lado, cuando conoce de injusticias como las que sufren un grupo de inmigrantes iraníes que viven en el madrileño barrio de Lavapiés o la creada por lo que podría ser un asesino en serie que ha decido hacer de ella el testigo privilegiado de sus sangrientas acciones.