Lectura: Destino zoquete
Cuando César Strawberry publicó su primer libro, Besando la lona, El Mundo afirmó que era la novela más bruta escrita en el último siglo. No podían figurarse que poco después llegaría Destino Zoquete, donde el carismático líder de Def Con Dos alcanzaría las más altas cimas de la ofensa. En Destino Zoquete Strawberry se queda a gusto narrando las aventuras de roqueros enganchados a cualquier tipo de sustancia y al dinero, políticos sinvergüenzas y corruptos, viejas insoportables, noches de putas y alcohol en el tanatorio, e incluso a nuestro Presidente por accidente, ZP, incitando al Papa al suicidio.
Strawberry, que ha aparecido en la antología de nuevos narradores “13 para el 21” se convierte con este libro en el líder de la narrativa canalla. Y como torero viejo en las lides de la ofensa, en Destino zoquete, Strawberry da la alternativa al joven, promiscuo y delirante Alejandro Feito, una mezcla de Bukowski y Quim Monzó, que describe un Madrid lleno de Becarias Erasmus convertidas en objetos sexuales, empresarios sucios y explotadores, jóvenes y obscenos cazadores furtivos de hembras a las que desprecian y clubes nocturnos por los que vagan tipos errantes como si se tratara de un infierno ateo y moderno.
Feito apunta como escritor sucio, bajista de su grupo Stoneles, notario de una sociedad que zozobra y políticamente incorrecto, sin respeto a la igualdad de género, a la diversidad sexual, a la cultura imperante y otras moderneces.