300 hectáreas de suelo calificadas de sistema aeroportuario en el área Metropolitana de Barcelona, que dejan de ser necesarias como zona de servicio del aeropuerto, son objeto de un plan urbanístico para construir en ellas 30.000 viviendas y equipamientos comerciales privados. Los avatares de esa recalificación, sus entresijos y lo que hay detrás son el hilo conductor.
La novela arranca con el suicidio –o asesinato- del Director de Urbanismo de la Generalitat de Catalunya que se opone a dicho plan de recalificación.
Su viuda, Marta Estruch, encarga al investigador Juan Jover que descubra las enigmáticas causas de la muerte de su marido. Jover es de oficio “conseguidor”, es decir, el personaje toma los caracteres de un intermediario o puente entre los promotores urbanísticos y los políticos para lograr recalificaciones, concesiones, licencias o autorizaciones contrarias o en el borde de lo que es legal. Es un personaje contradictorio que deberá, en la búsqueda de lo sucedido, navegar entre grupos económicos y políticos corruptos.