La existencia de la pobreza en nuestros tiempos es absurda, y desde el absurdo cómico, a veces esperpéntico, ha querido tratarla el autor.
Los representantes de la ONU, de los países ricos, de los países pobres y de la sociedad civil se han citado para tratar de solucionar esta lacra que avergüenza a la humanidad. Y lo harán, como siempre, con su mejor voluntad y escasos o nulos resultados. Sin embargo, este importantísimo encuentro se verá interrumpido por una simpática y eficiente camarera que resulta ser una luchadora antisistema que tiene en su poder una mochila cargada de explosivos, y puede hacer que todo termine saltando por los aires. Pero incluso ante una situación tan grave, los líderes mundiales seguirán siendo unos inconscientes que hubieran preferido una Femen para poder verle los pechos. ¿Ni así son capaces de ver la gravedad de la situación?
Cumbre Mundial parte de la idea de que como especie hemos llegado a la Luna pero somos incapaces de lograr que las personas vivan dignamente; cualquier excusa basada en la escasez de recursos o en la economía de mercado provoca la más cínica carcajada. Falta voluntad y sobra egoísmo. La sociedad y la educación están basadas en la competencia y en atender a intereses particulares, y esta realidad queda plasmada en la obra. Las cumbres para acabar con la pobreza son pura comedia y como tal la trata Jorge Jimeno.
Los representantes de los países solo luchan por mantenerse a flote. ¿Podrán los antisistemas crear algo desde la negación? Esta farsa irreverente nos muestra la realidad para que obtengamos nuestras propias conclusiones. Cumbre Mundial ha sido llevada a escena por la compañía Montajes en el Abismo.
Esta obra ha sido finalista del IV premio Irreverentes de Comedia.