Si hay un tiempo de los asesinos, como escribió Arthur Rimbaud, bien podríamos encontrarlo en el desarrollo de esta novela negra, donde, bajo la conexión de un conservatorio de música, comienza a sucederse una serie de crímenes, como notas en un pentagrama mortal compuesto por sangre, música, enigmas de la historia y sentimientos enfrentados entre unos protagonistas que pueden ser criminales y, al mismo tiempo, víctimas: David, profesor divorciado que añora el cariño de su hija lejana y que se verá involucrado en una relación sentimental y en la resolución de los casos; Laura, la elegante y enigmática profesora de flauta; Pablo, el extraño profesor de guitarra; Eduardo, el conserje, todo un correveidile profesional…
Las famosas Variaciones Goldberg, de Johann Sebastian Bach, actúan como hilo conductor en el ambiente claustrofóbico del conservatorio, donde el sargento Beltrán, de la unidad de homicidios de la Guardia Civil, tratará de hallar la solución y cerrar el enigma.