Sermones e imágenes artísticas desarrollaron una función adoctrinadora en los fundamentos de la religión cristiana en la Edad Media, pero también jugaron un papel esencial no solo para explicar al pueblo la naturaleza del sistema feudal, sino para legitimar su estructura de poder. Conformaron un lenguaje audiovisualque, utilizando elementos de la doctrina social y de la teología política desarrolladas por la iglesia desde sus orígenes, hablaba en síntesis del orden: de una sociedad virtuosa, jerarquizada, justa, unida y pacífica; esto es, de las virtudes individuales y sociales que debían regir para alcanzar el destino de la eterna salvación.
Este libro de Miguel Larrañaga (Vicerrector de Estudiantes de IE University), autor de numerosas publicaciones sobre la sociedad y la cultura medievales, parte del concepto de racionalidad de Max Weber, que aglutina y proporciona cohesión interna a otros principios generales, y es aplicado a la idea agustiniana de orden. Desde esa base resulta evidente la relación entre el mensaje de los sermones y de la iconografía románica y gótica, que es analizada desde el punto de vista del receptor medieval.