Para los europeos de su tiempo no hubo sombra de duda: durante más de ciento cincuenta años, entre 1534 y finales del siglo XVII, los tercios españoles fueron las mejores unidades militares del mundo.
Tres siglos después de su desaparición, todavía los especialistas de hoy comparan los tercios de infantería española con las legiones romanas y la falanges macedónicas.