Tiempo de mitos trata uno de los aspectos más desconocidos de las cinematografías española e italiana: los acuerdos firmados entre Franco y Mussolini para producir conjuntamente películas bajo la protección de sus respectivos regímenes. Franco intenta así relanzar la industria cinematográfica española, destrozada por la Guerra Civil. Mussolini, por su parte, oculta unos planes mucho más ambiciosos: expandir por España y Sudamérica la potente industria cinematográfica italiana, y, con ella, las bases ideológicas del fascismo.
Entre 1939 y 1943, grandes nombres del cine español como Edgar Neville, Benito Perojo, Miguel Mihura o Imperio Argentina parten hacia Cinecittá, donde colaboran con figuras como Luchino Visconti, Jean Renoir, Mario Bava o Cesare Zavattini. El resultado es un variado conjunto de largometrajes de las más diversas intenciones: cintas-manifiesto del fascismo ( Sin novedad en el Alcázar ), películas que fascinan al régimen italiano al mismo tiempo que son destrozadas por la censura franquista ( Frente de Madrid ), filmes decididamente incómodos para ambos ( Los hijos de la noche ) y un largo listado de melodramas, comedias, policiacos, películas musicales y de aventuras. El resultado es importante a nivel industrial, artístico y sobre todo ideológico, pero el estallido de la II Guerra Mundial termina bruscamente con esta colaboración.