Tráfico de arte, hombres de negocios, crímenes y mujeres fatales en pleno Chinatown.
Un supuesto millonario es atropellado por un autobús en San Francisco. Samuel Hamilton, vendedor de anuncios de un periódico local y aspirante a reportero, decide investigar una muerte que no parece clara. Habitual del bar Camelot, Samuel comienza a desentrañar, con la ayuda de su amiga Melba, una compleja intriga que parte de Chinatown, concretamente de la tienda del señor Song, auténtica autoridad en el barrio cuyas vasijas chinas constituyen para muchos un lugar seguro donde guardar dinero y documentos. Tráfico de arte procedente de China, hombres de negocios, crímenes y mujeres fatales transitan por esta novela ambientada en el Chinatown de San Francisco, que el autor conoce perfectamente.