En una nebulosa mañana aparece el cadáver mutilado de Armand Hagopian, próspero empresario armenio, colgando en el portón de su vertedero de sustancias tóxicas. El implacable dedo de la ley apunta a los trabajadores mexicanos ilegales, pero Samuel Hamilton, reportero policial con nariz de sabueso e incansable tenacidad, decide investigar por su cuenta. Junto al abogado de los acusados, Janak Marachak, Samuel entra en un mundo sórdido de venganzas antiguas y violencia.
Una vez más William C. Gordon nos presenta una novela situada en San Francisco en los años sesenta, que atrapa al lector desde las primeras líneas y mantiene el suspenso hasta el final.