La primera característica del modo poético de Peyrou a la que yo me referiría es la precariedad, por darle algún nombre: el texto apenas si se sostiene en su legibilidad, porque no hay patrones, no hay marcos, no hay historia: cada poema de Peyrou, y ello es hermosísimo, es el primer poema en la historia del mundo: de ahí la extrañeza que suscita en el lector.