La música del mundo, subtitulada El efecto Montoliu, es una de las novelas más ambiciosas y sorprendentes de las últimas décadas.
Podría ser considerada una novela sobre la juventud, o sobre el arte y su aprendizaje, o una novela filosófica, o de amor, o fantástica e incluso detectivesca, o una novela basada en estructuras afines a las de la música, pero, siendo en alguna medida todas esas cosas, es algo distinto de la mera yuxtaposición de ellas: la creación de la cartografía entera de un país imaginario, la inesperada confluencia de legados tan diversos como los de Musil, Nabokov, Lezama Lima y Castaneda, en una creación original y potente.