Sin impuestos suficientes, no hay Estado Social; y sin Estado Social, no tiene cabida una Justicia Redistributiva que dé sentido a la igualdad intrínseca de todos los hombres, expresada en forma de más y mejores escuelas, hospitales, pensiones y demás derechos adquiridos por el hecho de nacer libres y dotados de dignidad… Sin Justicia Redistributiva, no puede haber auténtico Bien Común; sin Bien Común, como metaprioritaria, no tiene sentido la Democracia…
¿Es posible que este proceso hacia la consolidación de una sociedad de desiguales, regida por el más feroz individualismo, ya esté sucediendo, ante la indiferencia, el desconcierto o el miedo de una mayoría de los ciudadanos encerrados en una prisión invisible y consentida?
Es a partir de este razonamiento que el autor abunda en la tesis de que podemos estar viviendo el final histórico del modelo democrático, a manos de una nueva ideología, el Neoliberalismo, la espada que empuña el capital internacional envolviéndose en la bandera de la globalización y el progreso científico, que anticipa un nuevo orden mundial, regido por un poder absoluto e invisible denominado los Mercados.
Una obra amplia, profunda, vital y comprometida, que a nadie puede dejar indiferente. Un texto que nos traslada del debate económico al político, del científico al sociológico, para ahondar, con especial detenimiento en la España actual, en las consecuencias sociales de este gran cambio al que estamos asistiendo y configurar una idea del futuro hacia el que nos encaminamos: nos están robando el porvenir.
Una denuncia contundente que concluye proponiendo la única vía posible de salida y progreso, inmersos ya en la nueva Era del Conocimiento: la creación de UNA NUEVA SOCIEDAD FUERTE, socialmente justa.