Jaime Arbal, lo mismo que a muchos otros habitantes del Madrid de fin del milenio, no le van muy bien las cosas. Cuando vuelve los ojos hacia el pasado, tampoco encuentra excesivos motivos para ser feliz. Es un hombre que camina por el mundo perplejo y algo desalentado. Pero mantiene palpitante en su ánimo un hilo de optimismo.
La novela es un viaje trepidante a través de un paisaje tan urbano como humano. Personajes insólitos y tiernos desfilan por la ciudad junto a su protagonista. Ésta es una historia que sorprende, hace reír, provoca piedad, mueve a la reflexión y que emociona en muchas de sus páginas.