«Sólo nos pueden decepcionar aquellas personas de las que esperamos algo bueno. A mí, por ejemplo no me defraudarán nunca Antonio Gamoneda o Juan Gelman. No es el caso de Miguel Delibes, autor dotado de una prosa clara y precisa y que consagró su actividad literaria a la encomiable labor de rescatar de las garras del olvido tanto el lenguaje como los modos de la vida de los habitantes del campo castellano.»
Extracto del cuento «Delibes, cazador cazado» del libro «Relatos verídicos y casi verídicos», de Juan Alberto Campoy.