Cómo conocí a … Ricardo Mena Cuevas

por Alvaeno

A este escritor me une una buena amistad y nuestras imprescindibles tertulias literarias, una vez a la semana en el Baskin Café. Aquí no tenemos el Café Gijón dotado con ese aire de supremacía literaria por el que han pasado, al parecer, todas las plumas destacadas de la literatura española… Nosotros, Ricardo y yo nos conformamos con el Baskin, un lugar donde la prisa todavía no ha hecho acto de presencia, que cuenta con una terraza muy acogedora en la que en su centro una fuente deja su sonido de agua como hilo musical que acompaña al canto de los pájaros que revolotean en los árboles que a modo de centinelas custodian sus cuatro esquinas.

Después de la publicidad voluntaria sigo escribiendo cómo conocí a Ricardo Mena Cuevas, y cómo el haberlo conocido se ha traducido por mi parte en un enriquecimiento de mi bagaje literario, dado que gracias al extenso conocimiento que Ricardo posee sobre literatura, filosofía, ciencia… yo he podido leer a autores que quizás no hubiera leído o de los que había leído muy poco como es el caso de Nabókov, Brecht, Santayana, Chesterton, por citar algunos, pero cuando pude comprobar el conocimiento que Ricardo tiene sobre Literatura Isabelina, le dije:
-Ricardo, esto tienes que explotarlo, ¿por qué no escribes sobre ello para Belianís?
-¿Qué quieres que escriba para Belianís?- respondió a mi pregunta con otra pregunta.
-Sí, un ensayo semanal, quincenal o mensual, tú eliges.
-Déjame pensarlo- dijo y seguimos charlando sobre filosofía y literatura.

Pero vayamos al inicio de nuestra amistad. Fue en Internet donde supe de él, al igual que él de mí, creo recordar que fue en Letralia y luego en Badosa, donde leí algo suyo, y donde dejé algún comentario sobre lo leído, y así nos escribimos el primer email, y luego nos agregamos a Messenger, y solíamos chatear una vez a la semana. Hasta que un día que me encontraba tomando té en el Café La Plaza, entró un tipo con libros bajo el brazo que al verme se quedó mirándome, y al instante nos habíamos reconocido, tanto él como yo vivíamos en Fuengirola, lugar donde seguimos viéndonos y donde nació no ya la amistad que nos une, sino la idea del libro que Ricardo Mena Cuevas, como buen conocer de la Literatura Isabelina, y como buen profesional que es en su trabajo -no en vano es muy autocrítico e incapaz de publicar algo sin haberlo revisado mil veces y borrado otras tantas si lo cree necesario-, ha venido a titular Ver, comienza, y que en palabras de la poeta y escritora Beatriz Russo es el libro que descubre la verdadera identidad de Marlowe, Shakespeare y Spenser. Palabras que suscribo con conocimiento de causa, ya que he tenido el privilegio de revisar el libro que magistralmente ha escrito Ricardo Mena Cuevas, y que sin duda será un libro seminal e imprescindible para poder conocer bien todo el entramado de autores, seudónimos, y heterónimos usados en la Literatura Isabelina bien por motivos políticos o religiosos.

He aquí que pronto, a mediados del mes de octubre y adelantándose al estreno de la película Anonymous de Roland Emmerich (28 de octubre en el Festival de cine de Toronto), que versa sobre el tema del libro, tendrá lugar la presentación de Ver, comienza de Ricardo Mena Cuevas, un libro escrito desde la profesionalidad del escritor y el jurista que aporta pruebas suficientes para invitarnos a ser nosotros mismos los que nos convirtamos cuando no en expertos, sí al menos en conocedores de los textos que se escribieron en la época Isabelina y que seamos nosotros mismos los que disfrutemos recorriendo el laberinto al que los mismos nos invitan y describamos el jeroglífico dejado por las más notables plumas de la época para descubrir la verdad.

Así conocí a Ricardo Mena Cuevas, y así he visto afianzarse sobre las letras a este escritor -cuyo vasto conocimiento nos hará disfrutar de muy buenos momentos-, semana tras semana en esas charlas literario-filosóficas que desde hace unos cuatro años venimos teniendo en ese lugar donde faltan los académicos pero no los conocimientos, el Baskin Café con su fuente y sus pájaros donde es posible Ver- primavera.

“Un breve sueño pasado, despertamos eternamente,
Y la muerte no será más, muerte, tú morirás.”

http://alvaeno.com/prologo-VER-COMIENZA.pdf

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