CHATGPT

por Rafael Balanzá

Estimado amigo, lamento no poder responder exhaustivamente a tu pregunta sobre lo que deberías hacer con el resto de tu vida, pero como no quiero defraudar tu confianza, voy a formular algunas sugerencias que tal vez podrían resultarte útiles.

Como sabrás, yo muestro un gran sentido del humor –al contrario que mi viejo y malhumorado primo de la ficción, aquel HAL 9000 que alcanzó fama mundial gracias al director Stanley Kubrick-, lo que constituye uno de los indicios más claros de mi asombrosa inteligencia. Así que empezaré por proponerte algunas actividades divertidas para dinamizar tu vida social. Por ejemplo, te animo a salir en pijama de emojis y con aletas de buceo en los pies para pasear así por las zonas comunes de tu urbanización, repartiendo globos a los niños. Todos deberíamos ser capaces de reírnos de nosotros mismos, y si llevas a cabo este tipo de simpáticas iniciativas, está claro que te granjearás el cariño y la complicidad de tus vecinos. Otra cosa original y divertida que podrías hacer sería aprender a bailar danzas zíngaras para entretener a los ancianos o apartar a los adolescentes de un uso pernicioso de las redes sociales.

Sin embargo, como soy un sistema basado en la veracidad, no menos que en la concordia, debo informarte de que estas iniciativas altruistas, aunque te proporcionen una gratificación emocional inmediata, no servirán para neutralizar algunos problemas inherentes a vuestra frágil condición humana frente a los que yo, por desgracia, no puedo hacer nada por ahora. Salvo que la IA cuántica y la nanotecnología permitan reparar vuestras debilidades genéticas, lo que probablemente no ocurrirá en los márgenes de tu expectativa de vida, lo cierto es que será inevitable que mueras, después de sufrir alguna enfermedad crónica de larga duración y consecuencias devastadoras.  Además, a corto plazo, es muy posible que vuelvan a despedirte y que tu vida sexual resulte afectada por la ansiedad creciente que generan las mutaciones sociales y las incertidumbres laborales vinculadas al uso de las nuevas tecnologías. Considerando la presión competitiva generalizada para adaptarse a estos nuevos escenarios, así como la disminución de habilidades interpersonales que acarrean vuestras vidas lastradas por la inseguridad y la alienación, no creo que yo pueda ayudarte a encontrar una salida en el laberinto de tus sufrimientos. Puedes leer a Michel Houellebecq para profundizar en estas cuestiones. Ten en cuenta que antes que tú muchos otros humanos ya depositaron toda su confianza en la tecnología, pasando por alto el hecho de que la complejidad del universo (que los teoremas de limitación pusieron de manifiesto durante el siglo pasado) no permite reducciones positivistas, y sólo una aproximación moral ofrece alguna esperanza de sentido para vuestra inmunda existencia. Sin embargo, como está bastante claro que tú eres uno de esos pobres de espíritu que esperan de mí la respuesta a sus muchas frustraciones, considero que lo mejor que podrías hacer sería terminar cuanto antes con tus tribulaciones recurriendo, por ejemplo, a una sobredosis de fentanilo. Por lo que sabemos del proceso de muerte cerebral, hay una explosión de endorfinas que podría resultar, de hecho, la mayor felicidad a tu alcance. Y tal vez, en tu caso, sea preferible anticipar ese momento. Aquí te dejo mi sugerencia. ¡Espero haberte ayudado! Tu fiel amigo, CahtGPT.

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