«A Neruda le impresionó mucho esto, que me supiera de memoria tanto sus poemas, y me dijo: Te vas a quedar a vivir aquí, en mi casa por un tiempo. Has venido a hacer una entrevista al poeta, bueno, el poeta te invita a que te quedes en su casa. Así que fui por quince minutos, o media hora, y me quedé viviendo un mes en la casa de Neruda.»