Era 17 de febrero del año 2000. Parece que ha pasado mucho tiempo, o muy poco, según se mire. Fue en un restaurante, para una comida de presentación de “Síndonem. El último secreto de Da Vinci”, la primera novela escrita por Ángel Gutiérrez y por mí. Javier llevaba consigo un ejemplar de “Las puertas templarias”, que iba a salir a la venta en un mes escaso.
Conectamos enseguida: misma edad, mismos intereses literarios, novela a punto de llegar a las librerías. Él era, por aquel entonces, director de la revista Más Allá de la Ciencia, referente en España sobre fenómenos inexplicados, historia ignorada o ciencia de frontera, para que he escrito hasta la fecha infinidad de artículos y reportajes.
Desde entonces hemos vivido muchas cosas juntos. Él fue el primero que me llevó a un programa de televisión, Crónicas Marcianas, para hablar del famoso “Código Secreto de la Biblia”. Luego he trabajado con él en varios programas de televisión y he asistido con placer a su enorme éxito internacional.
Además, me presentó a Clara Tahoces, a Carmen Sánchez, a Iker Jiménez, a Carmen Porter, a Santiago Camacho,. Y a otras muchas personas importantes en mi vida.
Antes de escribir estas líneas, él mismo me recordó la fecha en que nos conocimos. Había encontrado, por «casualidad», el ejemplar de “Síndonem” que le firmamos en aquella comida de presentación. Como si fuera algo providencial; algo a lo que Javier Sierra,. nos tiene acostumbrados.