Víctima de esta crisis en la que vivimos, de varias anteriores y de su proverbial mala suerte, Leandro Expósito toma una decisión radical: hipotecar la casa de su madre e inscribirse en una prestigiosa escuela de negocios.
Allí pretende codearse con otros directivos y medrar, escondiendo los socavones de su carrera profesional y de su propia vida. Sin embargo, se encuentra con una sorpresa: el director de esta escuela es el causante de la desesperada situación en la que se encuentra. Se lanza entonces a una enloquecida venganza contra alguien infinitamente más rico, poderoso e influyente que él.