Lectura: Los asesinos lentos
Valle y Cáceres formaron parte en los noventa de un grupo de pop rock. Ensayaban juntos, tocaban juntos, se emborrachaban juntos. Llevan muchos años sin verse cuando se encuentran en un café. Allí charlan animadamente y recuerdan, entre risas, anécdotas del pasado. Después Valle le anuncia a su amigo que ha decidido matarlo y que lo hará pronto.
El resto de la novela viene a ser algo así como la onda expansiva de esta primera revelación, a partir de la cual el relato avanza trepidante hasta un desenlace sorprendente y extrañamente lírico que dejará al lector sin aliento.
El jurado del Premio Café Gijón destacó la «audacia narrativa» de la obra de Rafael Balanzá, «cuya trama se sustenta en una estructura muy bien construida que mantiene en vilo al lector, llevándolo a un desenlace ingenioso e inesperado».