Lectura: No hace tantos años
No hace tantos años que un dictador se sentaba a gobernar España y los niños no tuvieron que ir a clase al día siguiente de su muerte. No hace tantos años y, sin embargo, esos niños pueden ser ahora depredadores financieros, gente sin escrúpulos, como Aniceto, que trabaja en una multinacional que ha comprado una pequeña empresa familiar regentada por numerosos nietos y descendientes del socio fundador, con la intención de cerrarla.
Para poder ascender, le es encargada la tarea de organizar un expediente de regulación de empleo. Así, nuestro protagonista se revela como un tiburón ambicioso, un tipo sin escrúpulos capaz de urdir los mimbres de los despidos de cientos de trabajadores, corrompiendo voluntades, sindicatos…
La descripción vertical del funcionamiento de la empresa recuerda a veces a la película «El apartamento» donde Jack Lemmon ascendía a través de la férrea y burócrata jerarquía. Esta novela funciona como un espejo deformante donde las anécdotas y las vivencias de la Guerra Civil y los años en el exilio, son narrados con gran dosis de verosimilitud y cercanía, repletas de fechas y detalles que redundan en favor de la historia.