En Materia, Ignacio Elguero ha inscrito todo un ideario que sostiene lo que pudiera tomarse por una dicción irracional y que no lo es.
No debería, sin embargo, dar la impresión de que lo filosófico no deja lugar al modo de conocimiento y a temas, lenguaje, etc. que a un libro de poesía le es propio. Todo lo contrario. Porque en los textos de Materia hay un contacto con la realidad y con la emoción que ésta suscita, hay incluso un apasionamiento por la existencia, por un tú que da razón a todo, pues “tú lo eres todo”.
Así, aunque todo es perecedero, no hay duda de que estos poemas merecen su salvación.